Por la mañana puedes ver:

Imagina que hoy es tu primer día de visita. Te aconsejamos que para ver Sevilla en un día  uses la mañana para tener una primera toma de contacto con la ciudad, caminando alrededor de sus sitios más representativos. Para ello dirígete hacia la bulliciosa plaza Virgen de los Reyes donde podrás admirar el símbolo de la ciudad, la Giralda, en toda su plenitud.

Está situada junto a la Catedral, de la cual empezarás a percibir su enorme tamaño al recorrer su perímetro en dirección a la anexa Plaza del Triunfo. Allí te recibirán los muros cargados de historia de los Reales Alcázares; es una deslumbrante joya, una de las visitas guiadas por Sevilla imprescindibles. De hecho, para completar la mañana te recomendamos entrar en este conjunto de palacios que representa en sí mismo una síntesis de la historia de la ciudad.

Después de la visita seguramente tu estómago empezará a rugir, así que te recomendamos tapear por el Arenal; está situado bien cerca del monumento y es uno de los lugares más castizos de la ciudad. Está cargado de bares donde los sevillanos acudimos a pedir las tapas más tradicionales; por ejemplo la carrillá ibérica o las clásicas espinacas con garbanzos.

Por la tarde puedes visitar:

Mi consejo es que aprovechéis para visitar el popular barrio de Triana. Para ello tendrás primero que recorrer las calles de El Arenal, antigua zona gremial y portuaria de Sevilla. Allí descubrirás la Plaza de Toros de la Maestranza, la cual impregna el barrio con un genuino aroma taurino.

Guardando el río Guadalquivir se erige, en una de las orillas, la Torre del Oro. Es muy agradable descansar y reposar la comida a la vera del río conocido por los romanos como “Betis” y posteriormente como “río grande” por la Isbiliya islámica. Así que te animamos a que te tumbes un ratito en los jardines del río.

Por la noche de Sevilla:

Ya repuestos y preparados para continuar el paseo, te animamos a cruzar el famoso Puente de Triana; así, te adentrarás en un barrio “independiente” de Sevilla como dicen los trianeros. Sumérgete en el bullicio de sus calles más emblemáticas, como San Jacinto, Pureza y por supuesto la calle Betis; desde allí podrás disfrutar de una excelente vista del “lado sevillano”.

Y ya que te encuentras en Triana no puedes dejar de tapear por alguna de sus muchas tabernas y bares con encanto. Es una de las zonas de Sevilla propicias para degustar todo tipo de platos, como el popular pescaíto frito.

En este día puedes realizar una ruta turística por Sevilla centro, puedes aprovechar la mañana para entrar la Catedral de Sevilla, otro de sus monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad. Además de ser uno de los templos más grandes de la cristiandad, alberga en su interior numerosas y valiosas obras. ¿Sabes que es uno de los museos más importantes de España?

Guarda tiempo para admirar la imponente portada plateresca del Ayuntamiento de Sevilla, en la Plaza de San Francisco; o la imponente Iglesia del Salvador, maravilloso templo situado en el corazón de la zona comercial. Por tanto, si también quieres aprovechar para hacer algunas compras estarás el lugar idóneo; junto a la Plaza del Salvador se encuentran la calle Sierpes, Cuna o Tetuán, calles emblemáticas para ir de tiendas por Sevilla y hacer un poco de shopping.

Al mediodía te aconsejamos dirigirte hacia la grandiosa Plaza de España, emblema de la Exposición Iberoamericana de 1929. Pasarás previamente por lugares cargados de solemnidad como la antigua Fábrica de Tabacos, «hogar» de la famosa Carmen. O los suntuosos Palacio de San Telmo y el hotel Alfonso XIII; es muy agradable tomarse un café o un refresco en cualquiera de sus terrazas.

Puedes tapear por el Porvenir, a la espalda de la Plaza de España, un barrio pintoresco de Sevilla. A buen seguro encontrarás alguna tasca o bar donde refrescarte con un vino oloroso del Condado; o una cerveza bien fría, acompañada de un plato de gambas de Huelva o una ración de jamón ibérico.

Por la tarde:

¿Seguiste mi consejo y estás comiendo por el Porvenir? Pues aprovecha que estás frente al jardín más bonito de la ciudad, el romántico Parque de María Luisa, para disfrutar de su frescor y su verde; a buen seguro te invitará a gozar de unos instantes de paz y sosiego bajo la sombra de alguno de sus majestuosos árboles.

Como colofón final uno de los imprescindibles de Sevilla, callejear por las angostas calles del barrio de Santa Cruz. Fue el hogar de la comunidad judía cientos de años atrás y en la actualidad esencia misma de Andalucía; casas pintadas de blanco, patios adornados con macetas repletas de coloridas flores, estrechos callejones, etc.

Al acabar el paseo, o en medio del mismo, puedes tomar algo en alguno de sus bares, sobre todo en verano; es muy agradable relajarse en alguna de sus terrazas, protegidas del sol gracias a la estrechez de las calles del barrio. Puedes terminar la visita de Sevilla en dos días cenando por la noche en los numerosos bares cerca del barrio, concretamente en la calle Rodrigo Caro colindante a la Plaza del Triunfo donde podrás encontrar numerosas tabernas y bares de tapas.